1,2,3… POLLITO INGLÉS

tapando ojos

El titulo del presente post es resultado de una parte del tiempo de mi tarde dominical que tome para compartir al aire libre con mis hijos y algunos sobrinos; pude retroceder mis buenos recuerdos en varios años…

Se trataba de un juego en el que se elige uno de los participantes para que dirija la ronda, mientras que el resto se ubican, separados una distancia determinada, en una misma línea.

El propósito del juego es que, mientras quien dirige la actividad, gira diciendo «un, dos, tres… pollito inglés«, los otros tratan de acercarse hasta él (o ella). Obviamente quien lo alcance primero toma el rol de director… Así sucesivamente hasta el cansancio o el aburrimiento.

Los seres humanos vivimos la vida de forma muy soberbia; a veces creemos que podemos hacer nuestras «marañitas» sin que nos traigan ningunas consecuencias.

Nuestra única diferencia es que la vida no es ningún juego. Por otro lado Dios no esta jugando «un, dos, tres… pollito inglés» con nosotros. Si eso hemos creído, estamos muy mal, pues, aunque Dios de su giro de 360 grados y con los ojos tapados, nunca deja de observarnos. Dios no duerme una ciestecita, para desconectarse del estrés laboral que genera observar a una población de siete mil millones de personas y sus entornos particulares.

Nuestra vida no es un juego, ni una pagina mas en un gran libro que algún día se vaya a cerrar. Lo que hagamos aquí, tendrá sus repercusiones sobre lo que pase después de la cortina de la vida.

La Escritura nos exhorta a ser cuidadosos de nuestros actos. Aunque nadie en la tierra tenga un registro de nuestros malos actos, en los cielos Dios sí tiene un libro detallado de obras (Apocalipsis 20:12),  que sera abierto en nuestras propias narices, para decirnos cuanto hicimos y el pago que recibiremos por ello, sea bueno o sea malo.

Y, mas allá de que nos vean o no, el mal siempre sera eso: oscuridad y perdición. El bien siempre sera luz y traerá vida y salvación a quien decida vivir bajo su sombra.

No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Se cosecha lo que se siembra.

“Los que viven solo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa naturaleza, destrucción y muerte; pero los que viven para agradar al Espíritu, del Espíritu, cosecharán vida eterna. Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos.» Gálatas 6:7-9 NTV  http://bible.com/127/gal.6.7-9.NTV

Amén. Bendiciones.

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